martes, marzo 20, 2007

De regreso

Ya estamos nuevamente en México. El vuelo ahora fue de día y Ruy se portó muy bien durante esas nueve horas, definitivamente es una buena edad para viajar con hijos.
El viaje no fue exactamente de vacaciones por lo que si no cumplimos con el itinerario no tiene tanta importancia, ya habrá tiempo para cosas nuevas. Realmente lo pasamos excelente y se repitieron los asados y reuniones con amigos y familiares, lo único que extrañé personalmente fue esas visitas a casa de los abuelos, las cosas cambian.

Hablando de cambio, pongo la foto que al igual que el año pasado muestra panorámicas desde el balcón de mi tío Renato y el cambio que va teniendo su barrio. La foto inferior es de hace cuatro años, la segunda es del año pasado y la superior corresponde a este viaje. Es impresionante el cambio, considerando que el edificio donde vive mi tío (¡Oh, la paradoja!) es de los últimos de la zona, dicen que hay más de 40 y eso en una ciudad acostumbrada a las casas.

Ya que estamos en esto de las panorámicas, pongo otra que corresponde a otra vista del balcón pero justo a la hora de la puesta de sol. Hay pocas referencias que se puedan usar pero esta foto se encuentra tomada en el barrio alto, el terreno va subiendo conforme partimos de la playa y nos acercamos a la cordillera, pero además parece que en Santiago mientrás más arriba se encuentra la casa, también va subiendo el nivel económico de la gente. Justo en la parte media del tercio izquierdo se puede ver el cerro San Cristóbal, esa parte es bastante céntrica y se encuentran el barrio Bellavista del que ya hablé antes.

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1 Comentarios:

At miércoles, marzo 21, 2007 4:04:00 p.m., Anonymous Anónimo nos responde...

No cabe duda: el impactò que causò Ruy en nuestras vidas es grande. Siempre que mis visitas parten, me cuesta retomar la rutina, por corta que haya sido la estadìa. Imagìnense ahora, su perfume infantil aun perdura en el ambiente. Gracias nuevamente por este regalo precioso, por la disposiciòn a cambiar por unos dìas la comodidad de su casa, por querer asumir los quehaceres que en Mèxico aliviana su bien dispuesta nana. Te quiero Ruy, te quiero Pipe, te quiero Nan. Ina

 

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