Pipe Nui

Ya casi son dos semanas desde el nacimiento de Ruy. Nuestro hijo sigue despertándose 3 veces por la noche pero ya es menos tortuoso el proceso, todos los lamentos se fueron reduciendo conforme la ración de leche aumenta. Ruy casi no acepta fórmula, la usamos como complemento de la leche materna.

Justo en los días del nacimiento se acercó al estudio una empresa importante de chocolates interesada en que animáramos sus juguetes sorpresa. Debido al cansancio y constantes interrupciones no había podido dedicar tiempo al trabajo, como hay una fecha límite debo ponerme a trabajar pero lo hago en estado como hechizado por santera haitiana, a tal grado que derramé un vaso con líquido sobre el teclado de la computadora ocasionando más problemas. En estos días también apareció la posibilidad de realizar un proyecto para una cadena importante de televisión, mi parte es pequeña pero relevante.

Prácticamente desde el primer día hemos tenido un desfile de visitas y llamados telefónicos, incluso de personas a quienes no hemos visto en años o de un despistado que le mandó saludos "al responsable". Ver el efecto de Ruy causa sobre las personas me resulta impactante, desde el hijo de los León que se puso celoso y le pidó a su madre que no viera al nño, pasando por nuestra sobrina Michelle que no quería dejar de verlo y besarlo.

El jueves pasado intentamos ir al registro civil para registrar a Ruy, pero nos topamos con que hay que hacer fila a las 8 de la mañana y pedir número, claro, siempre que no sea viernes porque ese día no hay trámites. Tuvimos que abortar la misión ya que ingenuamente pensábamos que era un trámite rápido.

Estos días me han permitido dar cuenta que a pesar de que el trabajo ha mejorado eso es nada comparado con el cariño de la gente, la verdadera torta bajo el brazo.