martes, agosto 01, 2006

Una vacuna escurridiza

Desde hace muchos años Marianne y yo teníamos presente nuestra incompatibilidad de Rh, ella es A- y yo A+, pero el problema lo había dejado hasta que tuviéramos nuestro primer hijo y ya nos llegó el momento.

Segun entiendo Marianne tiene el riesgo que de la sangre de nuestro hijo la contamine al momento del parto y ella desarrolle ciertos anticuerpos, que causarán problemas al segundo hijo. Por eso el ginecólogo nos prescribió una vacuna que no venden en ninguna parte, al menos no en las farmacias normales. Descubrimos después de muchos viajes y llamadas que tenemos las farmacias de medicinas genéricas en la escala más baja de nuestra necesidad, luego vienen las de descuento pero grandes tipo Pasteur, de Dios, Fénix, etc. Luego estan las farmacias de especialidades donde venden cosas serias y luego estan hasta arriba las que nos venden las vacunas.

Después de pasar por una enorme cantidad de las farmacias ya descritas tuve que cruzar la ciudad para llegar a la "farmacia" que me vendería la vacuna, resultó ser un especie de laboratorio-bodega que vende las vacunas a los hospitales y no venden al público en general. No se si fue por la insistencia telefónica de Marianne o por que me vieron con cuerpo del Dr Simi, pero claramente pensaron que yo era médico, luego de pasar por un guardia de seguridad y quedarse con la receta llegó un tipo con un traje blanco que me pasó la caja de unicel conteniendo las vacunas. La primera (llamemosle la del moquillo) se la debemos poner (¿aplicar?) a Marianne en esta semana y la segunda después del parto. Las vacunas salieron caras, pero ya me estoy acostumbrando a que la concepción del bebé fue lo barato, el usurero llega después.

1 Comentarios:

At jueves, agosto 03, 2006 4:38:00 p.m., Anonymous Anónimo nos responde...

los hijos, al igual que el matrimonio, son situaciones en donde lo costoso no es el enganche, si no las mensualidades.
abur

 

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