Valparaiso (11 de enero)
Mi madrina pasa a recogernos en su flamante automòvil hecho en China. La idea es ir hacia Valparaiso, que queda a una hora de Santiago. Hemos ido varias veces hacia la costa pero creo que nunca en verano, esto nos permite ver los nuevos viñedos en todo su esplendor. Tengo cierto resentimiento de saber que algunas de estas viñas nuevas son propiedad de millonarios exèntricos como Luis Miguel y Plàcido Domingo. Por una parte parece que se diluye un poco la situaciòn de unos pocos empresarios que poseen todos los terrenos cultivados y al mismo tiempo se gana una gran variedad de opciones de nuevos vinos, con cavas un poco màs pequeñas.
Llegamos a Valaparaiso justo a la hora del almuerzo, pero descubro que Popeye (el ùnico restaurante que conozco) ya no existe porque lo tiraron para mejorar la vista de la bahìa, por lo que caminando un poco al azar entramos a una "picà" (tìpico restaurant pequeño, barato, medio escondido y con buena cocina). Resulta que el lugar tiene un espacio para mùsica en vivo. La comida estuvo muy abundante y nosotros estàbamos un poco aturdidos por ese motivo. Marianne no se encontraba en la mesa cuando veo que un fulano con cara de indigente se encuentra en el lugar de Marianne y toma con la mano lo que queda de su pescado rebosado. Apenas alcanzo a pedirle que lo suelte cuando todo el personal del restaurante lo sujeta y lo saca del lugar igual que a fanàtico de Madonna subido al escenario.
Por ser verano hay un poco màs de actividad de lo que estamos acostumbrados y en el muelle hay decenas de personas intentando subir a botes para un pasero corto. Hay de todos los precios, dominan los de "luca por persona" que corresponden a un bote donde amontonan a los paseantes casi como si fueran balseros cubanos.
Utilizando un elevador subimos un rato a uno de los tantos cerros que tiene la ciudad. Estando arriba nos encontramos con un nutrido grupo de personas que se encuentran en la ciudad por el Rally Dakar, que ya no se hace en Àfrica y decidieron fuera entre Argentina y Chile. Marianne descubre entre el grupo a un fotògrafo de National Geographic y decide seguirle la pista, misteriosamente veo que ambos le toman fotos a las mismas cosas, supongo que la diferencia es que unas van a parar a la revista y las otras, a este blog de renombre internacional.
Antes de regresarnos pasamos por Viña del Mar. Luego, cuando tengo una conexiòn estable dejo que una imagen lo explique todo.
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