martes, enero 13, 2009

Camino al desierto


Partiendo de Santiago, después de doce horas de camino por la ùnica carretera hacia el norte y ya metida en el desierto se encuentra Caldera, ciudad donde vive mi abuelo y parte de mis tíos. A un par de kilómetros hacia el sur se encuentra Bahía Inglesa, que es una playa pequeña que tiene un gran atractivo para pasar las vacaciones. Esta parte tiene un microclima interesante, amaneºce nublado y hasta el medio día suele despejarse, y estos días hemos tenido una brisa marina que evita tengamos calor excesivo. Debo aclarar que esto es parte del desierto de Atacama, el desierto más àrido del mundo por lo que es impresionante que existan estos oasis en medio de la nada, Cada planta, cada animalito son un lujo y asi los disfrutamos. Ver el desierto y el mar juntos me parece ser una gran contradicción.

Mi abuelo me cuenta que nunca llueve por aca, si acaso cada tres o cuatro años cae un poco de agua, pero levemente. Al parecer llovió hace unos meses y los niños salieron de la escuela para conocer lo que era la lluvia. Justamente ahora estoy leyendo uno de los libros de Darwin de cuando su expedicion con el Beagle pasò por estas ciudades, habla de las condiciones de los mineros, las rocas y la quietud de las ciudades. De Copiapó (nuestra ciudad vecina de mayor tamaño) dice: "".
Ruy poco a poco le ha estado perdiendo el miedo al mar, que por aca es bastante frío. Sin embargo lo que no le gusta es la textura de la arena y al parecer la inmensidad del mar.

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1 Comentarios:

At sábado, enero 24, 2009 10:36:00 p.m., Anonymous Anónimo nos responde...

Que bella experiencia ver como se identificaron el abuelo Luis y Ruy y con que cariño trataron las tias a Helena.
Me siento muy feliz de saber que mis niños son queridos en distintas tierras, pues para mi es importante que conoscan y se identifiquen con las raices de Felipe y mias. Gracias a todos en Caldera por estas fiestas de diciembre!!

 

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