Tragamonedas
Pues eso, cada vez que viajo al extranjero tengo la capacidad olvidarme del equivalente en tipo de cambio entre monedas y asumo que la moneda local vale lo mismo que mis devaluados pesos mexicanos. Digamos que llegando al aeropuerto en San Diego tomo un taxi y pago los 14 dólares por el viaje de 7 minutos, no hago la conversión porque nunca en mi vida he pagado 14 dólares por un taxi en México. Al segundo día me es normal pagar 3 dólares por una azucarada dona o 5 dólares por un refresco en un restaurante, pienso (5 pesos no es mucho).

Por cierto que he notado que a los gringos les encanta ir por hielos a las máquinas que tienen los hoteles en cada piso, uno los ve salir en pijama con la cubetita en sus manos... debe ser algo perverso.
Etiquetas: SIGGRAPH 2007
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