domingo, diciembre 10, 2006

Augusto y el lobo

Nadié le creyó ésta, la última vez. Siempre que debía enfrentar su responsabilidad se reportaba enfermo, desde esa vez que bajando del avión que lo llevó desde Lóndres le faltó bailar "la macarena". Dicen que la justicia que llega tarde no es justicia, esta vez ni siquiera pudo llegar tarde.

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3 Comentarios:

At lunes, diciembre 11, 2006 1:39:00 p.m., Anonymous Anónimo nos responde...

En nuestros campos, cuando alguien muere, la familia prepara comida y sirve un vino preparado al que se llama en jerga popular, "gloriado". Nunca bebí un gloriado con más ganas, en compañía de un grupo de amigos sobrevivientes. Esta vez, preparado con Champaña como había prometido más de treinta años atrás. Después, tuve un gran sentimiento de culpa (por no haber preparado las dos botellas). Ina

 
At lunes, diciembre 11, 2006 2:48:00 p.m., Anonymous Anónimo nos responde...

Sé que dentro de cada corazón chileno hubo el sentimiento de ese esperado momento; yo no lo soy y sé, o bien, me imagino lo que se debió de sentir la noticia de su muerte. Más o menos cuando lo de Trujillo aquí en mi país.

Sé que la justicia le llegará, pues en cualquier religión o creencia, los hechos y las respuestas encuentran eco en la otra vida.

por cierto, la imagen, ¿es tuya?

Saludos.


 
At lunes, diciembre 11, 2006 3:00:00 p.m., Blogger Titus nos responde...

No, la imagen me la mandó mi amigo Gunds (tampoco es de él)

http://mangasverdes.es/2006/12/06/sin-corazon/

 

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