Lo que admirè siempre de mi madre fuè la dignidad con la que viviò. Jamàs una queja, nunca demostrar sus dolores que al final de su vida eran insoportables. Alegre y optimista, los ùltimos dìas fuè una velita que se me iba apagando pero que hizo esfuerzos por seguir iluminando hasta el final. Còmo le agradecì los porotos granados con mazamorra que cocinò para nosotros en Enero cuando ya pelar una papa para ella implicaba un esfuerzo terrible. Se fuè como viviò, tranquila, silenciosa y sin molestar. Tambièn en este momento soy de acà. Ina
DÑA PEPITA: Porque ese don tenía, el poder serlo. La conocimoas en un viaje a Chile. Nos pareció una gran mujer. Con toda la sabiduria que los años dan y la fuerza intrinseca para poder trasmitirlos.La pudimos tratar (Roger y yo) poco pero en esa brevedad pudimos verla, admirarla y no olvidarnos de élla. GRACIAS DOÑA PEPITA
Muchas gracias a todos por los cariños, se necesitan.
La primera vez que comí porotos granados fue hace algunos años que mis abuelos me invitaron a comer a su casa, aprovechando la temporada ya que los porotos (frijoles) se cortan unas semanas antes de la cosecha. Yo acababa de llegar a Chile y por la costumbre de comer a distintas horas coincidió que mi desayuno fue poco antes del almuerzo, cuando llegué a la casa de los abuelos tenía el estómago lleno y comí con desgano, los abuelos creyeron que no me gustó el plato, siendo que me había encantado ¡pero no podía comer más!
6 Comentarios:
Lo que admirè siempre de mi madre fuè la dignidad con la que viviò. Jamàs una queja, nunca demostrar sus dolores que al final de su vida eran insoportables. Alegre y optimista, los ùltimos dìas fuè una velita que se me iba apagando pero que hizo esfuerzos por seguir iluminando hasta el final. Còmo le agradecì los porotos granados con mazamorra que cocinò para nosotros en Enero cuando ya pelar una papa para ella implicaba un esfuerzo terrible. Se fuè como viviò, tranquila, silenciosa y sin molestar. Tambièn en este momento soy de acà. Ina
DÑA PEPITA: Porque ese don tenía, el poder serlo. La conocimoas en un viaje a Chile. Nos pareció una gran mujer. Con toda la sabiduria que los años dan y la fuerza intrinseca para poder trasmitirlos.La pudimos tratar (Roger y yo) poco pero en esa brevedad pudimos verla, admirarla y no olvidarnos de élla.
GRACIAS DOÑA PEPITA
Rosa Maria Garcia de Roux
Rousse y Rosita Marìa: Desde mi dolor les hago llegar mi cariño y agradecimientos, las quiero mucho, Ina
Ina y Pipe un abrazo muy grande y todo nuestro cariño.
Pris, Gonzalo y Juanito
Gracias Pris, Gonzalo y Juanito por su solidaridad y cariño. En Mayo nos daremos un abrazo bien apretado, Ina
Muchas gracias a todos por los cariños, se necesitan.
La primera vez que comí porotos granados fue hace algunos años que mis abuelos me invitaron a comer a su casa, aprovechando la temporada ya que los porotos (frijoles) se cortan unas semanas antes de la cosecha. Yo acababa de llegar a Chile y por la costumbre de comer a distintas horas coincidió que mi desayuno fue poco antes del almuerzo, cuando llegué a la casa de los abuelos tenía el estómago lleno y comí con desgano, los abuelos creyeron que no me gustó el plato, siendo que me había encantado ¡pero no podía comer más!
Publicar un comentario
<< Inicio