domingo, marzo 05, 2006

NASCAR

El sábado por la noche, ya muy noche me habla el inge Carlos para invitarme a ver las carreras de NASCAR en el autódromo y yo acepto.

Llegamos temprano porque los boletos decían que el evento comenzaba a las 9 de la mañana, sin embargo había poca gente a esa hora. Resulta que la carrera comenzaba a la 1 de la tarde. No contábamos que el par de pases eran para la zona de suites, justo arriba de los pits garages de las escuderías, justo donde ocurre la acción. Llegamos al balcón y nos esperaban 3 edecanes que promovían un banco, aunque en un principio ni nos fumaron no pasaron más de 30 minutos cuando una de ellas que con un inconfundible acento argentino nos hizo la plática. La conversación estuvo entretenida, nuestra rubia interlocutora nos aleccionó sobre lo manoseadores que son los mexicanos y nos explicó que no todas las edecanes son putas o tontas. Es posible que fuera gracias a la compañía de la rubia pero se nos acercó un fotógrafo de revista de sociales, después de tomarnos la foto nos preguntó que si sabíamos a qué hora llegaban los Harp y Slim, yo le respondí que no tardaban, que estaban estacionando el coche.

Si consideramos que no soy muy aficionado a los coches podría decir que me divertí bastante, aunque ese tipo de eventos son bastante aburridos por naturaleza si los ves en el sitio y no por tele.

Obtuve muchas fotos y algo de video, debo decir que la experiencia de sentir el rugir de varias decenas de coches de carrera es emocionante. Gentlemen, staaart your engines.

Dicen que NASCAR significa Non-Athletic Sport Centered Around Rednecks, yo creo que es cierto:










Los accidentes fueron bastante comunes y aparatosos, alentando la carrera.

Tanto que había tiempo para relajarse

Pero una vez que se quitaba el estorbo del camino


Todos estaban listos para lo que se necesitara

Igual que en la tele, el cambio de llantas y recarga de gasolina no llevaba más de unos 5 ó 6 segundos.

1 Comentarios:

At martes, marzo 07, 2006 9:14:00 p.m., Anonymous Anónimo nos responde...

Vaya, vaya, con razòn me ardìan tantito las orejas, Ina

 

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