Vini, vidi...
(A la derecha un bus público eléctrico) M
i intención desde el principio no fue el de ganar un premio. Yo comparo este corto con una road movie donde lo importante no es tanto llegar al destino como el viaje mismo, de ponerme una meta dificil y a largo plazo para cumplirla. Pero ya que estoy aca aprovecho para codearme con gente de la industria y tratar de ver si regreso con algo a México, por el momento ya he recibido invitaciones personales para participar en festivales de cine, cosa que pensaba imposible hace apenas una semana.

Marianne posa frente a la entrada del Palais
Es impresionante la cantidad de gente que invadió la ciudad, hay muchísimos mirones que se han encargado de rodear el palacio de festival y los hoteles de super lujo esperando que aparezcan las estrellas de cine como Brad Pitt, que por cierto dicen por ahí vino sin su mujer y eso al parecer hay que comprobarlo en persona, ¡Brad hazme un hijooooo!. Ellos son la base de la pirámide, gente normal con ganas de ser fanáticos de algo, luego hay los cinéfilos (para ellos hay cines que pasan ciertas películas no oficiales) y gente que se coloca afuera del festival, vestida con smoking y cargando letreros pidiendo un boleto para lo que sea. Unas muchachas se me acercaron hoy y me preguntaron para qué era el boleto que les habían regalado, no tienían idea siquiera de dónde irse a reclamar un asiento. Luego viene la gente del mercado del film, empresarios que vienen a comprar y vender lo que sea, desde la última película de Tarantino, pasando por las joyas musicales de Boliwood y terminando por una copia de "Vampiras lesbianas asesinas", en serio, esa película esta buscando distribuidor. También estamos los realizadores pequeños y hasta arriba, muy arriba se encuentran las estrellas. Hay para todos. Me impresiono por la facilidad con la que se puede iniciar la plática con un extraño en este festival, esa actitud es algo que nunca había visto antes, y es que claro todos vienen a exponerse, a que los vean y en eso todo se vale.

Ruy observa con emoción un caballito
Hoy durante una de mis vueltas por el mercado del film me apersoné por el estand de Chile, presenté mis cartas credenciales y ellos de vuelta me trataron como el director de orquesta al segundo violin, ni caso me hicieron. Sin embargo pude enterarme de dos películas que buscan distribuidor, una llamada Allende y otra El frente, que es la historia de uno de los fundadores del Frente Patriótico Manuel Rodriguez (FPMR).

Etiquetas: cannes
1 Comentarios:
Hola Felipe, qué emoción y qué gusto. No hay que sentirse mal ya que a veces las "pérdidas", a la larga son mas ganancias. Mucha suerte en los proyectos venideros. Un abrazo enorme.
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