jueves, mayo 14, 2009

CHUN FENG CHEN ZUI DE YE WAN (O Cannes a la china)

PANORAMICA DEL MUELLE DE CANNES

Ya estamos en Cannes, o mas bien en una playa vecina llamada La Bocca. Ese es nuestro crentro de operaciones y todos los días tomo el autobus para llegar al Palais du Festival, que no es palacio y sí un centro de conferencias de tamaño modesto.

Cannes es casi como me lo imaginaba, la marina ocupa gran parte del paisaje y hay barcos increibles, algunos se rentan por el día o por horas, también se pueden rentar helicópteros para volar a Mónaco y sentirse como rey por un día. Las casas son típicas europeas pero de veraneo, pequeñitas y se nota que deshabitadas parte del año porque muchas recibieron una mano de pintura los días previos al inicio del festival.

La misma playa de Cannes pero un poco al este

He estado ocupando promoviendo mi corto, viendo que se proyecte en distintos lugares y con distintos propósitos. El sábado es el gran día, el que nos trajo hasta aca.

Llegando aca finalmente me explicaron algunas de las reglas del festival. Por ejemplo, al igual que todos los que tienen una película participante tengo derecho a ver las películas en y fuera de competencia, las de competencia requieren una invitación, la cual se solicita en internet veinte horas antes del estreno. A mi me dieron cien puntos y cada película tiene un valor en cannes-puntos. La película de Pixar que abrió el festival vale cien puntos, me alcanzaba el cannes-crédito para solicitar mi invitación pero ya todos los boletos estaban tomados. El estreno es demasiado pomposo y las estrellas llegan en decenas de limusinas, algunas flanqueadas por policías muy elegantes en patrulla. Se transmite el evento en vivo y en la noche todos los canales pasan las escenas de la alfombra roja.

El mercado del cine, al interior del Palais du Festival

Para hoy utilicé ochenta puntos en dos invitaciones, una para medio día y otra en la noche. Al solicitar mis boletos en la boletería descubrí para mi sorpresa que la etiqueta para entrar al cine es riguroso smoking. ¡Ups! salgo corriendo a la calle comercial de Cannes y descubro humildes tiendas como Dolce & Gabana, Chanel, L. Vuiton, Dior, etc. En una tienda tenían teléfonos celulares que brillaban, al acercarme me di cuenta que uno de ellos costaba 20,000 euros, de oro con brillantes. Despuès de caminar como una hora encontré una tienda Monoprix, que es como
Walmart para ropa, no había nada que me quedara. Probé suerte en galerías Lafayette, y aunque tienen mejor calidad no suelen tener nada de mi talla, es que estos franceses son muy delgados. Probando todas y cada una de las tiendas encontré una donde hallé un traje de mi talla, con todo y corbata de moño a un precio my razonable, luego descubriría el lado malo que al ser un traje de poliester en una ciudad costera y húmeda me provocaría una sudoración que no se detuvo nunca.

Mi llegada al palacio del festival fue al principio tranquila, mucha gente esperando en las vallas a que pasaran las estrellas, gritando, pidiendo autógrafos. Finalmente me pude abrir paso entre la multitud ya que mi autobus no podía pasar por donde las limusínas tenían permiso. Paso una, dos, tres vallas de seguridad, ya casi llego a la alfombra roja y me detiene una persona que me dice que la invitación exige tuxedo (inmedatamente estaba rodeado de agentes de seguridad), le respondo que llevo uno y me dice que mis tenis negros no son parte de la etiqueta (se me olvidó comprar zapatos), asi que no puedo entrar. Faltan diez minutos para que cierren las puertas, rápido me dirijo a la zona comercial enfrente del palacio, todas tiendas de diseñador y veo que los zapatos no costaban menos de quinientos euros. Camino un par de cuadras hacia el centro y descubro una tienda más modesta que se llama "todo zapato", entro sin dilación y solicito unos zapatos negros de mi talla, los muchachos que atienden me preguntan sobre estilos, tallas, con o sin cordones, pero a cada pregunta me pongo más desesperado, les pido que los más sencillos y baratos. Apenas me pongo el par de zapatos para pagar y los muchachos se dedican a envolver mis tenis viejos, con la delicadeza que sólamente se puede hacer cuando uno tiene prisa. Me ofrecen guardar los tenis para que regrese por ellos al día siguiente.

Finalmente pude entrar a la función, ¿cómo estuvo? si alguna vez ven que se proyecta CHUN FENG CHEN ZUI DE YE WAN en un cine, es como Brokeback Mountain pero en chino, THE END.

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2 Comentarios:

At jueves, mayo 14, 2009 5:46:00 p.m., Blogger Laszlo nos responde...

jajaja, ya ves te hubieras llevado un smoking de la lagunilla y unos zapatos Coppel-Canada, jajaja

Saludos

 
At jueves, mayo 14, 2009 6:41:00 p.m., Blogger Unknown nos responde...

¡Hola Felipe!
¡Mucha mucha suerte allá con el corto!. Por favor trae el smoking a México para que nos hagas una recreación "dígalo con mímica" de tu paso por Cannes.
Mil besos desde aqui,
Reno

 

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