lunes, octubre 22, 2007

El artista

Enrique Segarra se ha ganado un lugar especial entre los fotógrafos mexicanos. Fue alumno de Manuel Álvarez Bravo y Gabriel Figueroa, a su vez fue brevemente nuestro profesor de retrato hace algunos años ya cuando tomamos clase de foto científica en la facultad (yo tampoco entiendo). Aunque Marianne ha seguido teniendo contacto esporádico con él, yo hacía más de 10 años que no lo veía.
Ayer nos lo encontramos vendiendo fotografías suyas en la exposición al aire libre del Monumento a la madre. A sus 83 años es impresionante la energía con la que promueve su arte y las anécdotas que cuenta a extraños sobre las fotos que ojean. Ese es motivo suficiente que
encuentro sobre su enojo cuando me muestra una revista gringa donde gente vende imágenes simplonas por 2000 dólares. El precio de sus fotografías (muchas famosas, como la de Diego Rivera)
apenas supera el precio del papel en el que se encuentran, yo quise llevarme una foto de Rivera y Marianne escogió una clásica de cuando el volcán Paricutín apareció, Enrique nos dijo: "ahí me pagan luego". Yo dudo que él necesite dinero, lo que él realmente hace es mantenerse ocupado y vigente.

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2 Comentarios:

At lunes, octubre 22, 2007 9:05:00 p.m., Anonymous Anónimo nos responde...

si amas lo que haces...estaras haciendo lo que amas.

 
At martes, octubre 23, 2007 10:01:00 a.m., Anonymous Anónimo nos responde...

Mientras tengas salud y energía no creo en la jubilación. A esas alturas de la vida se vuelve mas importante mantenerse vigente, productivo y aportar un poco a los demás.

Saludos

Laszlo

 

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