lunes, noviembre 28, 2005

Xochimilco

Hoy nos despertamos relativamente temprano para que yo me fuera a hacer unas diligencias a la oficina de Hacienda que se encuentra en la entrada de Xochimilco. Estaba un poco preocupado de los trámites pero pude desahogar tres asuntos en una hora, me llevó más tiempo llenar los formularios a máquina (de esas en la que hay que presionar duro el teclado y que tienen un carrete con cinta entintada) y las fotocopias que el tiempo de espera total. Debo decir que me impresionó la eficiencia y el buen trato de la gente del SAT.

Aprovechando que salimos antes de la hora de comida le sugerí(1) a Marianne que fueramos a Xochimilco a comprar tierra para las plantas y nos fuimos a los viveros que se encuentran cerca del embarcadero principal. Xochimilco era parte de uno de los 8 grupos que componían a los aztecas y que nos heredaron su forma peculiar de ganarle terreno al lago con sus chinampas. La mercancía la pueden mover en coche o vía chalupa como en Venecia, el vivero al que fuimos tiene su pequeño embarcadero.

Compramos dos costales de tierra preparada (40 Kgs), 10 hiedras, 1 ciruelo y 3 nochebuenas. Todo por menos de 30 dólares, lo cual me pareció bastante decente. Al llegar a la casa las plantamos he hicimos jardinería en general como podar un chile y trasplantar un par de arbolitos que han crecido a escondidas. El viaje de regreso estuvo pesadísimo debido a que un trailer (con trailero incluido) se atoró en el casi único camino que hay de regreso de Xochi a la casa y llegamos muertos de hambre, por eso no dejo de maravillarme con el poder de relajamiento que tiene la jardinería.

(1) Podría asegurar que la sugerencia realmente vino de Marianne con esos trucos que tienen las mujeres de hacernos creer que las ideas son nuestras siendo lo contrario.