lunes, julio 09, 2012

¿El cambio está en uno?

Corría el último año del gobierno del presidente Fox y finalmente después de 30 años de vivir en México pude naturalizarme mexicano. Lo hice por varias razones, pero una de ellas era porque siempre me he sentido mexicano.

El trámite dura un año. No es que el proceso sea largo pero parece que por ley eso debe tardar, así que desde el primer día en que llevé mi solicitud me avisan que regrese en un año por mis papeles. El día que regreso me avisan que debo ir a una ceremonia, y me piden que anote el nombre de un solo acompañante. Escribo el nombre de Marianne.

Llega el día de la ceremonia, y nos invitan a pasar a la mezanine del viejo edificio de Relaciones Exteriores, en Tlatelolco. Como iba a estar el presidente nos hacen pasar por un par de medidas de seguridad y nos hacen esperar sentados dos horas en el salón de la ceremonia. Unos diez minutos antes del inicio veo entrar a Salinas Pliego, dueño de TV Azteca y a un grupo de personas, que se sientan en primera fila y al poco tiempo apareció el presidente que se sienta frente a la larga mesa de la ceremonia.

No me acuerdo si Fox habló primero, pero tengo claro que hablaron cinco personas previamente seleccionadas de entre los que nos íbamos a convertir en mexicanos. El último "civil" en dar su discurso de naturalización fue un vicepresidente de TV Azteca, un señor como yo, pero que no es como yo. Saludó a su familia que estaba sentada al frente y también a Salinas Pliego. La ceremonia terminó y al menos yo me encontraba abrumado, finalmente, por primera vez en mi vida sentía que pertenecía a alguna parte.

No me acuerdo bien lo que dijo aquel flamante compatriota que trabajaba en TV Azteca, mi mente estaba en otra parte. Mientras él hablaba, yo pensaba que no podía haber mejor bienvenida a México, un recordatorio de que no todos somos iguales; unos tienen beneficios adquiridos y por pequeños que sean (como llegar cinco minutos antes en lugar de dos horas, llevar a toda la familia en lugar de solo un pariente o saludar de mano al presidente) los van a usar. Esas ventajas cuentan a la hora de necesitarlas.

¿El cambio está en uno? seguro, si traes monedas en los bolsillos.