viernes, enero 22, 2010

El miedo no anda en burro

La que no tiene

Llega un dîa Helena a la cocina sosteniendo un peluchito, regalo para sus padres. Lo que ella no sabía es que ese regalo era una rata muerta que nos dejò Trufa en alguna parte de la casa. Los gritos por parte de la madre fueron casi automàticos, y fue solamente en ese momento que Helena se espantò, sin saber muy bien la razón.

El miedoso

Llevo ya unas cuantas sesiones de terapia fìsica caminar vs. trotar. No es mucho, solamente media hora tres veces por semana, pero me he tenido que enfrentar al miedo cultivado por varios años a los dolores que me producìa correr. Si bien puedo caminar por horas, trotar para mi era tan terrible como caminar para un niño de un año. Poco a poco he progresado y ya logro trotar soltàndome de las barras de la màquina caminadora.

Se siente bien irse librando de miedos.

Etiquetas: