jueves, enero 03, 2008

Una larga espera

Tenemos nuevo año (muchas felicidades, por cierto) y nos encontramos en una silenciosa espera, como agazapados en la trinchera esperando el silbatazo del teniente que marca el momento del nacimiento de la niña. Sabemos el día y la hora probable, pero es cosa de que la naturaleza haga su parte y luego los médicos la suya.

Marianne ya "hizo el nido" y no es que trajera palitos del jardín. Ya lavó la ropa de la niña, incluso ese par de falditas con talla 2 años y aunque el cuarto no esta preparado todavía una lista enorme de cosas se hiceron estos días.

Hoy firmamos el contrato con la empresa de cordón umbilical. Cambiamos de laboratorio y el elegido ahora es una empresa que se encuentra en Jalisco, un poco más lejos de lo que yo hubiera querido. Sin embargo tomamos esa decisión por extraños manejos administrativos de la empresa que tiene las células de Ruy. Justo cuando cumplió un año recibimos una carta pidiendo que pagáramos la renovación, eso a pesar de que cubrimos 6 años por adelantado (no son cacahuates). Si ellos no tienen comunicación entre pagos, cobranzas y almacenamiento no quiero que un día me digan que destruyeron las células por error. ¿Eso como se podría recuperar?

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1 Comentarios:

At viernes, enero 04, 2008 2:33:00 p.m., Anonymous Anónimo nos responde...

por suerte para el niño, los papas, y los papas de los papas, las celulas de la bebe podrán sernos utiles a todos lo que estemos en esa lista...joder!!!, olvidaba que yo no soy de tu familia...sorry for me!!!!!

 

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