lunes, enero 21, 2008

Cortometraje

He descubierto que cuando experimentamos los dos extremos de la vida es un momento en el que nos replanteamos la misma, o al menos es lo que ha mi me ha pasado en el último año. Entre todas las reflexiones de los últimos meses he llegado a la conclusión que si bien mi pasatiempo favorito también es mi trabajo, he pasado demasiado tiempo persiguiendo la zanahoria y dejado de hacer lo que primero me motivó a hacer animación: contar historias propias.


Durante los últimos meses estuve pensando en varias ideas para contar, las estuve trabajando en mi cabeza y descarte temporalmente algunas porque aunque hay cosas que tengo en mente desde niño llegó un momento en que me daban muchas vueltas y parecía que me quitaban la energía diaria. Me decidí por una historia simple y en parte infantil, creo que es obvio qué me incentivó.


En este momento ya tengo un guión casi final y estoy trabajando en el guión visual (story board). También hice un cálculo de los recursos y tiempo que me va a llevar. Por cierto que estoy buscando contratar dos animadores que me ayuden durante un par de meses.


Uno de los personajes del corto es un colibrí, estoy modelando uno para tratar de buscar un estilo y solucionar algunos asuntos técnicos. Lo que tengo ahora es el cuerpo sin plumas por lo que el modelo parece el de un pollito esperando ser asado. El reto técnico ahora es hacer las plumas.

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1 Comentarios:

At martes, enero 22, 2008 2:55:00 p.m., Blogger brjilla nos responde...

Eso es gustarle a uno su trabajo, hasta diseñarte el protagonista...chapó por tí si señor.

 

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