Pipe Nui

En total fuimos más de 10 personas y la consigna era que cada quien llegara y se fuera cuando quisiera, ya que la idea era que pasáramos unos días de relajamiento y buena convivencia. El primer día llegamos Marianne, las vuidas alegres y yo. Al día siguiente llegó la familia León, Pris "la copia" y ya muy tarde Ulises, el novio de Ana (una de las viudas alegres). El último día llegaron procedentes de Cancún el inge Carlos y su novia, a la cual no conocíamos pero que tiene una gran personalidad y no le importa convivir con un grupo de personas a las que nunca había visto en su vida.

La casa de Acatlipa fue comprada inicialmente por mi familia política a precio de terreno, la casa original fue demolida por no cumplir siquiera los mínimos estándares arquitectónicos de Pompeya. Digo esto porque la casa estaba mal construida y el jardín adornado con muchos elementos característicos del período narco-barroco, sólamente le faltaba un león enjaulado. El pueblo de Acatlipa está a unos 10 minutos de Cuernavaca y su único atractivo es que se encuentra lo suficientemente alejado de la ciudad como para poder ofrecernos tranquilidad.

Descubrimos que la mitad de la casa no tenía electricidad, incluyendo la bomba de la alberca. El electricista llegó el día sábado y después de revisar todos los contactos durante un rato llegó a la conclusión de que si no llegaba la electricidad no podría hacer un diagnóstico. Puede parecer chistoso eso pero una falla eléctrica desde la calle hizo que la bomba se quemara y pusiera toda la instalación eléctrica en corto. De no ser por ese pequeño detalle podría decir que no hubo novedad en el frente.

Aunque llevaba cámara, se nos olvidó tomar fotos. Luego pongo algunas de las pocas que salieron, pero ésta resume lo que hicimos durante esos días: