Pipe Nui

Hay quien dice que hacer un asado no tiene ciencia, yo creo que esas personas nunca han estado en un buen asado. A mi entender el asado no tiene que ver con la complejidad de los implementos e ingredientes, tiene que ver con un rito de socialización; algo asì como una ceremonia de té sudaca.

Desde que llegamos a Chile no he dejado de asistir a asados, algunos de ellos en nuestro honor pero la mayorìa sin la menor escusa necesaria. Algo que me enseñaron desde chico es que un asado es una reunión en la que se come pausadamente durante varias horas y con el principal propòsito de convivir con amigos y nuevos amigos.

Galo fue el anfitriòn de uno de los primeros asados y al cual invité a mi primo Juan para que conociera a algunos de mis amigos mexicanos (y viceversa), el éxito de esa reunión se vio reflejada en una invitación de mi primo a otro asado y a la posibilidad de que Galo se uniera al equipo llanero de fut de Juan. La maratónica sesiòn cárnica de hoy duró 12 horas cuando siendo las 4 de la mañana Marianne tomo las llaves del coche de mi tìo Renato para llevar a Galo a su casa, ya que era la`única con licencia y posibilidades de insertar una llave en el encendido del coche, todo esto producto de el vino y el pisco.

Esta forma de realizar el asado es algo que me ha costado presentar en México ya que casi siempre los invitados llegan mucho despuès de la hora señalada (es indispensable la puntualidad para preparar el fuego) y la gente se marcha al terminar de comer, cosa que hacen de un tirón. Esto no lo puedo cambiar por lo que lo he podido disfrutar en estos días de calor.